miércoles, 26 de noviembre de 2008

Colección particular: D.D.F.

Guerreros
acción en Madrid, 2000


Después de los fotomatones me cansé de hacerme fotos. También me cansé de hacer figuras geométricas de bloques de piedra y copiar bustos de artistas clásicos. Y mi profesor de escultura amenazaba con cansarse de mi. Así que con un casco de escayola hecho para el cantante de un grupo de punk que no se atrevió a lucirlo me eché a la calle.
Con mi cámara polaroid en la mano y en la otra el famoso casco me pateé las calles preguntando a gente si eran luchadores, si eran guerreros. Aquellos que se atrevían posaban con el casco a pesar del evidente ataque de vergüenza que sufrían. Y así llegaron mis guerreros de lo cotidiano. Gente corriente retratada con mi casco performático. A algunos les quedaba fatal, a otros como un guante.
Pero eran unos valientes.
Y mi profesor me aprobó.













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